Durante el embarazo, el cuerpo se ve sometido a cambios físicos y psicológicos.
Una de las zonas que se ven más afectadas por el embarazo es el suelo pélvico. Está formado por los músculos y ligamentos que cierran la base del abdomen manteniendo en la posición correcta y en suspensión a la vejiga, el útero y el recto.
Tras el parto, especialmente si es vaginal, el suelo pélvico se ve afectado. La episiotomía, los desgarros o la tracción perineal son frecuentes, dejando secuelas como cicatrices, hematomas vaginales, incontinencia urinaria y/o rectal, disfunción sexual o prolapsos de vejiga o útero.
La fisioterapia nos puede ayudar tanto en la etapa pre-parto como en la post-parto.
En pre-parto:
- Información teórica sobre el suelo la anatomía del suelo pélvico, el embarazo y el parto.
- Ejercicios de tonificación y relajación del suelo pélvico: ejercicios de Kegel, o entrenamientos con Pilates.
- Entrenamientos respiratorios para acompasar contracción-respiración.
- Liberación de la pelvis, a través de movilizaciones activas o asistidas por el fisioterapeuta.
- Activación de la circulación: tanto con ejercicios activos como con técnicas de masoterapia como el drenaje linfático manual que nos ayuda a mantener las piernas deshinchadas.
- Tonificación general y estiramientos: el método Pilates es ideal para el trabajo corporal global durante este periodo. Durante el embarazo el aumento de la elastina, hace que nuestros ligamentos y articulaciones sean más propensos a distensiones, por lo que una buena conciencia corporal y un buen tono muscular se hacen imprescindibles.
- Aliviar los dolores musculares que aparecen por los cambios, especialmente a nivel lumbar: los masajes, las movilizaciones suaves y el calor local nos resultarán de gran ayuda.
- Prevenir el estreñimiento y las hemorroides.
En el post parto:
- Ejercicios del suelo pélvico, para acelerar la recuperación y evitar incontinencias urinarias de esfuerzo
- Ejercicio físico global, con especial atención a la movilidad de la columna lumbar. Pilates volverá a ser un gran aliado.
- Tonificación abdominal progresiva, trabajándola de manera sincronizada con el suelo pélvico. Empezaremos con ejercicios hipopresivos (de baja o nula presión sobre le suelo pélvico) para ir aumentando la presión poco a poco.
- Técnicas de biofeedback y electroestimulación para estimular el suelo pélvico.
- Masoterapia, osteopatía y estiramientos para tratar tensiones y algias vertebrales, o problemas de sacro o coxis, frecuentes también después del parto.
- Trabajo corporal con nuestro bebe: Haremos ejercicio físico a la vez que estimulamos al bebe, según en la fase de desarrollo que éste.
El trabajo durante el embarazo del suelo pélvico nos ayudará a:
- Prevenir la incontinencia urinaria que se produce por el peso del bebe sobre tu vejiga.
- Tener un parto más fácil al poseer un mayor control sobre nuestro cuerpo, evitando desgarros e incluso evitar la episiotomía, disminuyendo el dolor después del parto.
- Aumento de la circulación sanguínea en la zona rectal, facilitando la cura de la episiotomía en caso de producirse y disminuir las hemorroides.
- Prevenir prolapsos.
- Volver a las actividades de la vida diaria sin problemas de incontinencia al reír, toser, saltar, etc.
- Ayudar a la vuelta a la vida sexual normal después del parto.